Sueños
Inútiles
Samael Aun Weor:
Bueno, voy a hablar de algo que es muy importante, quiero referirme
enfáticamente a la cuestión de los sueños. Ha llegado la hora de ir al fondo de
esta cuestión: considero que lo más importante es dejar de soñar. En realidad
los sueños no son más que meras proyecciones de la mente y, por lo tanto,
ilusorios, no sirven.
Es precisamente el ego quien proyecta sueños y obviamente esos sueños
resultan inútiles; nosotros necesitamos transformar al subconsciente en
consciente. Necesitamos eliminar radicalmente no solo los sueños, sino también
la posibilidad de soñar y eso es grave; es incuestionable que tal posibilidad
existe mientras existan elementos subjetivos dentro de nuestra psiquis.
Necesitamos una mente que no proyecte, necesitamos agotar el proceso de
pensar. La mente "Proyectista", proyecta sueños y estos son vanos e
ilusorios. Cuando hablo de mente proyectista no estoy refiriéndome a los meros
proyectos como los que hace un ingeniero que traza o proyecta los planos para
un edificio, un gran puente o una carretera, no; Cuando hablo de mente
proyectista quiero referirme a todo animal intelectual.
Es claro que el subconsciente siempre proyecta, no solamente casas,
edificios o cosas por el estilo, no. Aclaro: Proyecta sus propios recuerdos,
sus propios deseos, sus propias emociones, pasiones, ideas, experiencias, etc,
etc, etc. La mente proyectista, repito, proyecta sueños y es claro que mientras
el subconsciente existan existirán las proyecciones. Cuando el subconsciente
concluye, cuando se ha transformado en consciente, las proyecciones concluyen,
ya no pueden existir, desaparecen.
Si queremos nosotros llegar a la auténtica iluminación, es necesario y
urgente, dijéramos, transformar al subconsciente en consciente.
Indubitablemente tal transformación solo es posible aniquilando al
subconsciente. Pero el subconsciente es el ego, entonces hay que aniquilar al
ego, al yo, al mi mismo, al si mismo y así es como se transforma el
subconsciente en consciente. Necesita dejar de existir el subconsciente para
que en su lugar aparezca la conciencia objetiva, real y verdadera.
Un individuo que posea conciencia objetiva, que haya eliminado el
subconsciente, vivirá en los mundos suprasensibles completamente despierto y,
mientras su cuerpo duerma en su lecho, se moverá en esos mundos a voluntad,
viendo, oyendo, y palpando las grandes realidades de los mundos superiores.
Una cosa es andar uno en los mundos hipersensibles con la conciencia
objetiva, es decir, despierto y otra cosa es hacerlo en estado subjetivo,
subconsciente, proyectando sueños. Vean ustedes que diferencia tan grande
existe, entre el que ambula por esas regiones proyectando sueños y el que vive
allí sin hacer proyecciones, con la conciencia completamente despierta,
iluminado, en un estado de superexaltada vigilia. Obviamente este último
verdaderamente es un iluminado, y puede, si así lo quiere, investigar los
misterios de la vida y de la muerte y conocer todos los enigmas del universo.
Por ahí hay cierto autor que dice que los sueños no son mas que las
ideas disfrazadas, y si eso es así, nosotros podemos aclarar un poco mas la
cuestión, diciendo que "Son proyecciones de la mente, por que esas ideas
disfrazadas se proyectan mentalmente y he ahí los sueños"; por lo tanto
son falsos y vanos. Pero quien vive despierto ya no sueña.
Nadie podría vivir despierto sin haber muerto en sí mismo, sin haber
aniquilado el ego, el yo, el mi mismo. Por eso es que quiero que todos los
hermanos se preocupen mas por la desintegración del ego, por que sólo así,
desintegrando esa terrible legión, podrán quedar despiertos radicalmente.
Indubitablemente no es fácil eliminar elementos subjetivos, los hay y
muy variados. Esta eliminación se procesa en forma didáctica poco a poco; pero
conforme uno va eliminando tales elementos, la conciencia, se va objetivizando,
y cuando la eliminación ha sido absoluta, la conciencia ha quedado totalmente
objetivizada, despierta. Entonces la posibilidad de soñar ha terminado, ha
concluido.
Los grandes adeptos de la Fraternidad Universal Blanca no sueñan, poseen
conciencia objetiva; la posibilidad de soñar para ellos ha desaparecido y los
encuentra uno en los mundos superiores en estado de vigilia intensificada,
totalmente iluminados, gobernando las leyes de la naturaleza, convertidos en
dioses que están mas allá del bien y del mal.
Se hace, pues, indispensable comprender esto a fondo. Para sintetizar
mejor, para que todos puedan sacar un resumen exacto, quiero decirles lo
siguiente:
1.
El
subconsciente es el mismo ego. Aniquílese el ego y la conciencia despertará.
2.
Los elementos
subconscientes son elementos infrahumanos que cada cual lleva adentro;
destrúyanse y toda posibilidad de soñar concluirá.
3.
Los sueños
son proyecciones del ego y por lo tanto no sirven.
4.
El ego es
mente.
5.
Los sueños
son, por ende, proyecciones de la mente.
6.
Esto deben
ustedes anotarlo con mucha atención:
ES INDISPENSABLE NO
PROYECTAR.
7.
No solamente
se proyectan cosas para el futuro, constantemente vivimos proyectando las cosas
del ayer.
8.
También se
proyectan toda clase de emociones presentes, morbosidades, pasiones, etc.,
etc., etc.
Las proyecciones de la mente son, pues,
infinitas; en consecuencia, las posibilidades de soñar son infinitas. ¿Cómo
podría considerarse iluminado a un soñador? Obviamente, el soñador no es más
que soñador, nada sabe sobre la realidad de las cosas, sobre eso que está más
allá del mundo de los sueños. Es indispensable que nuestros hermanos del
Movimiento Gnóstico se preocupen por despertar, para lo cual se requiere que se
le indiquen de verdad a la disolución del yo, del ego, del mí mismo, del sí
mismo; que sea esa su principal preocupación.
Conforme vayan muriendo en sí mismos, la
conciencia se irá volviendo cada vez más y más objetiva, y las posibilidades de
soñar irán disminuyendo en forma progresiva. Meditar es indispensable para
comprender nuestros errores psicológicos. Cuando uno comprende que tiene cual o
tal error o defecto, puede darse el lujo de eliminarlo.
Eliminar tal o cual error, tal o cual
defecto psicológico, equivale a eliminar tal o cual agregado psíquico, tal o
cual elemento subjetivo dentro del cual existen las posibilidades de soñar o de
proyectar sueños.
Cuando uno quiere eliminar un defecto, un
error o un agregado psíquico, debe primero comprenderlo; pero hermanos, no
basta comprender únicamente, hay que ir algo más hondo, más profundo: Es
necesario "capturar" el hondo significado de aquello que uno ha
comprendido, y solamente puede lograr esa captura a través de la meditación de
fondo, profunda, muy íntima…
Aquel que ha capturado el hondo significado
de lo que ha comprendido, está en posibilidad de eliminar. Eliminar agregados
psíquicos es urgente. Agregados psíquicos y defectos psicológicos en el fondo
son lo mismo; cualquier agregado psíquico no es más que la expresión de un
defecto de tipo psicológico…
Que hay que eliminarlos, eso es claro, pero
primero tenemos que haberlos comprendido y también haber capturado su honda
significación. Así es como vamos muriendo de instante en instante; sólo con la
muerte adviene lo nuevo. Algunos quieren estar despiertos en el astral, en el
mental, etc., pero no se preocupan por morir y lo mas grave es que confunden a
los sueños con las verdaderas experiencias místicas.
Una cosa son los sueños, que no son mas que
simples proyecciones del subconsciente, y otras son las experiencias místicas
reales. Cualquier experiencia mística auténtica exige el estado de alerta y
conciencia despierta.
Yo no podría concebir experiencias místicas
con consciencia dormida. Así pues, la experiencia mística real, verdadera,
auténtica, sólo adviene cuando objetivizamos la conciencia, cuando estamos
despiertos.
Reflexionen nuestros hermanos profundamente
en todo esto; que se preocupen por morir de momento en momento, sólo así
lograran realmente la objetivización total de la conciencia.
Pregunta: -
Maestro, todas aquellas muchedumbres que corren allá como locas, ¿van
dormidas?, ¿van proyectando?, ¿van soñando?, ¿van enajenadas de si mismas?.
Respuesta: -
Ciertamente esa gente que va en tropel corriendo, va soñando. No es necesario
que sus cuerpos estén acostados en la cama, roncando y a media noche para estar
soñando.
La gente sueña aquí mismo en carne y hueso.
Así como la ve usted corriendo como loca por la calle, ambulando en ese
constante ir y venir, como máquinas sin ton ni son, ni orientación alguna, así
andan también en los mundos internos cuando el cuerpo físico esta dormido en la
cama.
Lo que sucede es que esta gente que sueña en
la vida, que anda soñando así en el mal llamado estado de vigilia, que los ve
uno dormidos, soñando, cuando llega la hora en que su cuerpo físico duerme,
abandonan tal vehículo y entran en los mundos suprasensibles llevándose a tales
regiones sus propios sueños, es decir, cada cual lleva sus sueños a los mundos
internos, tanto durante las horas en que el cuerpo duerme como después de la
muerte.
La gente muere realmente sin saber cómo y
entra en los mundos internos soñando, y vive soñando y nace sin saber a que
hora ni como, y en la vida practica anda soñando a todas horas.
No es pues extraño que la gente caiga debajo
de las ruedas de los automóviles que cometa tantas locuras; esto se debe a que
tienen la conciencia dormida, están soñando…
Dejar de soñar es indispensable. El que deja
de soñar, aquí y ahora, deja de soñar en cualquier rincón del universo, anda
despierto en todas partes. El que despierte aquí y ahora, despierta en el
infinito, en los mundos superiores, en cualquier lugar del cosmos.
Lo que importa es despertar aquí y ahora, en
este mismo momento en que estamos hablando, de instante en instante, de momento
en momento.
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